El Dr. Vincent Guilamo-Ramos, PhD, MPH, LCSW, RN, ANP-BC, PMHNP-BC, FAAN, es el director ejecutivo del Instituto para Soluciones de Políticas Públicas y profesor titular en la Escuela de Enfermería de Johns Hopkins. El Dr. Guilamo-Ramos fundó y dirige el Centro para la Salud de Adolescentes y Familias Latinas (CLAFH, siglas en inglés) y sirve como miembro de la junta directiva de UnidosUS, la organización Latina de derechos civiles más grande en los Estados Unidos. Actualmente, el Dr. Guilamo-Ramos realiza investigaciones para resolver la crisis del VIH en la población latina de los Estados Unidos.
P: Gran parte de su trabajo hace énfasis en la equidad de la salud. ¿Qué lo llevó a enfocarse en las desigualdades de la salud y, cómo ha visto la transición de la equidad de la salud con el transcurso del tiempo?
En primer lugar, me gustaría resaltar algunos puntos importantes acerca del énfasis de mi trabajo. Es cierto que gran parte de mis investigaciones y de mi incidencia en políticas públicas están destinadas a alcanzar la equidad de la salud para todas las personas que viven en este país. Sin embargo, para poder alcanzar esta ambiciosa meta, pienso constantemente acerca de lo que se puede hacer para eliminar las inequidades de la salud y de atención de la salud entre la población latina y otras comunidades minorizadas hoy en día. Anteriormente, la terminología tradicional en esta línea de trabajo era “reducir las desigualdades,” pero ahora el campo se está orientando de manera consciente hacia “eliminar las inequidades” para que sea completamente claro que muchas de las diferencias en las condiciones de salud de las comunidades minorizadas no son inevitables ni aceptables. Por el contrario, estas inequidades de la salud y de atención de la salud son prevenibles, injustificadas, injustas y han sido influenciadas por condiciones sociales, económicas y medioambientales que se pueden mejorar.
Históricamente, el progreso de este país respecto a la eliminación de las inequidades de la salud ha sido muy poco. En el año 2003, el Instituto de Medicina publicó el informe Trato desigual: Confrontando las disparidades raciales/étnicas en la atención de la salud, considerado como uno de los informes más innovadores sobre la equidad de la atención de la salud. Casi 20 años después, serví como miembro del comité de expertos convocados por la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina (NASEM, por sus siglas en inglés) para ofrecer una actualización extensa de ese informe, la cual publicamos en junio de 2024. Como se detalla en el informe Erradicación del trato desigual: Estrategias para obtener servicios de salud más equitativos y un estado de salud óptimo para todas las personas, nuestro comité encontró que las inequidades raciales y étnicas se mantienen como una falla principal de nuestro sistema de salud y, que las diferencias que se observan en las poblaciones minorizadas son emblemáticas de las injusticias no sólo dentro del sistema de atención de la salud, sino de la sociedad en general.
Para garantizar que se efectúe el progreso esperado en relación con la eliminación de las inequidades de la salud y de la atención de la salud, estoy trabajando con colegas de diferentes disciplinas y en diferentes ubicaciones geográficas. Mis colegas y yo buscamos diseñar nuevos modelos de atención de salud que cumplan con las necesidades clínicas y sociales de las poblaciones minorizadas a través de servicios de atención integral de la salud que incluyan una participación comunitaria significativa.
P: Su más reciente investigación, “The U.S. Latino HIV Crisis – Ending an Era of Invisibility” (La crisis del VIH en la población latina de los Estados Unidos — el fin de una era de invisibilidad), resalta la crisis del VIH en la población latina de los Estados Unidos. ¿Cuál fue la motivación fundamental que impulsó esta investigación y qué implicaciones tienen sus hallazgos respecto a la epidemia del VIH/SIDA en los Estados Unidos?
Antes de hablar sobre la crisis del VIH en la población latina, quiero reconocer los éxitos extraordinarios que se han alcanzado recientemente en los Estados Unidos con la iniciativa End the HIV Epidemic (Terminando con la epidemia del VIH). Siento gran admiración y respeto por las innumerables amistades y colegas en el gobierno, en el ámbito académico, en las organizaciones comunitarias, en los sistemas de salud y en la industria que han contribuido para el mejoramiento de los resultados de prevención y atención de la salud. Por ejemplo, las estadísticas recientes publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) muestran que entre los años 2010 y 2022, el total acumulado anual de nuevas infecciones del VIH en los Estados Unidos disminuyó un 19 %, incluyendo una reducción del 29 % en la población negra y un 25 % en la población blanca.
Sin embargo, estas estadísticas también resaltan inequidades en la respuesta del país respecto al VIH en la población latina, lo que me ha motivado a ayudar a resolver esta crisis. A pesar de que las cifras generales de nuevas infecciones del VIH se han reducido considerablemente y para muchos grupos, las personas latinas experimentaron un aumento del 12%. Esta crisis en aumento se puede resumir con otra cifra perturbadora: se estima que, en el año 2022, un tercio de las nuevas infecciones del VIH ocurrieron en la población latina. Esta cifra la comparamos con menos de una en cada cuatro infecciones en el año 2010.
Lo que resulta desalentador es que esto no es una novedad. En el año 2020, mis colegas y yo observamos la crisis después de revisar las estadísticas de vigilancia del VIH publicadas por los CDC y dimos una alarma en un artículo publicado en la revista de investigación American Journal of Public Health. Pese a una campaña posterior organizada por una coalición de organizaciones de salud y bienestar social de todo el país para abordar la crisis, ni los esfuerzos de incidencia política ni la crisis en curso han recibido inversiones apropiadas para erradicar las inequidades respecto al VIH en la población latina. De hecho, como lo mencionamos mis colegas y yo en un nuevo artículo en la revista de investigación New England Journal of Medicine, la crisis ha progresado y está afectando especialmente a los hombres latinos jóvenes que tienen relaciones sexuales con otros hombres y a las mujeres latinas transgénero.
Para mí, esta crisis es personal y profesional. Como hombre latino gay, me siento encarecidamente impulsado para hacer lo que esté a mi alcance para darle fin a lo que llamo la “era de la invisibilidad” que amenaza la salud y el bienestar de mi comunidad. Aunque no puedo señalar las motivaciones de dicha invisibilidad, yo puedo trabajar para garantizar que los sentimientos en contra de las personas inmigrantes en nuestro clima político actual no repercutan ni reduzcan la respuesta del país ante la crisis del VIH en la población latina. Este trabajo lo hago a través de mis investigaciones y de mi incidencia en políticas públicas para erradicar las inequidades respecto al VIH en la población latina al ajustar a las necesidades de la población los servicios para la prevención y atención de la salud. Sin embargo, este trabajo también beneficia a todas las personas. La población latina es el grupo étnico y racial más grande después de la población blanca. Por lo tanto, debemos erradicar la crisis del VIH en la población latina antes de que podamos erradicar la epidemia.
P: Su investigación resalta que la crisis del VIH en la población latina afecta de manera más profunda a los hombres latinos que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). ¿A qué se debe esto?
Sí. Las estadísticas de los CDC sobre las nuevas infecciones en los latinos HSH son impactantes. El año 2022 fue el primer año en el que ocurrieron más nuevas infecciones del VIH en latinos HSH que en HSH de cualquier otro grupo étnico o racial. Más alarmante aún fueron los hallazgos de que los HSH entre los 25 y los 34 años presentaron un aumento del 95% de nuevas infecciones del VIH entre el 2010 y el 2022. Tan sólo entre el año 2021 y 2022, los CDC registraron un aumento del 15% en nuevas infecciones estimadas en este grupo. También resulta alarmante que las mujeres transgénero latinas—para quienes no hay disponibles cifras estimadas de incidencia del VIH— presentaron un aumento de un 94 % en nuevos diagnósticos anuales entre los años 2014 y 2022.
Existen varias razones por las que se observan estos resultados alarmantes entre los HSH latinos y las mujeres latinas transgénero. Para empezar, la salud de toda la población latina se encuentra infravalorada y, por ende, la fuerza laboral de atención de la salud y de salud pública no tienen la preparación apropiada para abordar las necesidades culturales y lingüísticas de la población latina. Además de ello, tenemos una infravaloración de la epidemia del VIH en la población latina. Cuando las necesidades de una comunidad no se priorizan en la respuesta frente al VIH a nivel nacional o en sus comunidades locales, se puede afectar negativamente la credibilidad del sistema de atención de la salud, así como la participación de los HSH latinos en los servicios para el VIH.
Para avanzar, debemos abordar el alcance no equitativo de los servicios existentes para la prevención, las pruebas de detección y el tratamiento del VIH mediante su adaptación a las necesidades de la población latina. Las estadísticas nacionales demuestran que la cobertura de PrEP en la población latina sigue siendo insuficiente. Asimismo, en comparación con la población general en los Estados Unidos que vive con el VIH, los latinos que viven con el VIH tienen más probabilidades de desconocer su condición serológica respecto al VIH, menos probabilidades de recibir atención del VIH y menos probabilidades de tener supresión viral. Además, las comunidades latinas marginalizadas, como los HSH, se ven afectadas de manera desproporcionada por determinantes sociales de la salud perjudiciales.
En el Centro para la Salud de Adolescentes y Familias Latinas (CLAFH, siglas en inglés) trabajamos para erradicar la crisis del VIH en la población latina, así como todas las inequidades de la salud y de la atención de la salud mediante el desarrollo de nuevos modelos de atención de salud que simultáneamente prioricen la prevención, la promoción y la atención restaurativa de la salud e integren completamente la atención clínica y social. Adicionalmente, apoyamos y proponemos la creación de equipos interprofesionales de atención de la salud que sean un reflejo de las comunidades en las que trabajen y, que incluyan ampliamente a todos los profesionales clínicos y no-clínicos en la atención de salud de los pacientes. Por último, en CLAFH estamos diseñando protocolos para garantizar acceso equitativo a servicios atención de salud de alta calidad, sin importar el origen lingüístico o cultural.
P: Sus investigaciones han resultado en varias áreas prioritarias que usted considera que podrían mejorar la respuesta del país frente a la crisis del VIH en la población latina. ¿Puede explicarlas más a fondo?
Yo pienso que ni el gobierno, ni las instituciones o comunidades específicas pueden resolver la crisis del VIH en la población latina si trabajan por separado. Creo que necesitamos una respuesta coordinada y multisectorial que incluya a profesionales de la investigación, profesionales de salud pública, personal clínico, legisladores, así como otros actores de la comunidad y del sector privado y que se concentre en seis áreas prioritarias:
- Aumentar la visibilidad de la crisis del VIH en la población latina mediante la ampliación de la cobertura en los medios de comunicación nacionales sobre estrategias para abordar la crisis; impulsar campañas de salud pública adaptadas cultural y lingüísticamente para las comunidades latinas; aumentar el liderazgo latino en los campos de salud pública, administración de atención de la salud y políticas públicas de la salud; y priorizar a la comunidad latina cuando las agencias federales determinen las respuestas y el financiamiento de las necesidades para la prevención y el tratamiento del VIH.
- Llevar a cabo esfuerzos que fomenten de manera significativa la participación de las comunidades latinas para garantizar que los servicios para el VIH respondan a las necesidades de las comunidades en las que se ofrecen. Algunas estrategias podrían ser colaborar con organizaciones locales fiables, organizar talleres y foros en la comunidad, capacitar a miembros de la comunidad para que se desempeñen como educadores, crear campañas en los medios de difusión, combatir el estigma y la información distorsionada y, crear mecanismos de retroalimentación durante el diseño y la implementación de programas para garantizar la participación comunitaria constante.
- Mejorar nuestra respuesta de salud pública mediante la recopilación y la comunicación de datos sobre las inequidades del VIH en la población latina respecto a la incidencia, la prevención y el tratamiento; crear planes de respuesta específicos para la población latina y adaptados a cada contexto de las jurisdicciones prioritarias de la iniciativa Ending the HIV Epidemic (Terminando con la epidemia del VIH); conseguir una participación significativa de las comunidades latinas de base en el desarrollo de programas de salud pública; asignar recursos equitativamente para programas de prevención, tratamiento y pruebas de detección específicos para la población latina; aumentar la participación y las colaboraciones entre el sector privado, el ámbito académico y las organizaciones comunitarias para abordar el VIH en las comunidades latinas.
- Fortalecer la prestación de servicios para el VIH mediante el aumento de la diversidad en la fuerza laboral del VIH y la confirmación de su preparación cultural y lingüística; instruir a la fuerza laboral de prevención y tratamiento sobre la atención integral de salud clínica y social para la población latina; eliminar barreras económicas para acceder a servicios de prevención, tratamiento y pruebas de detección; invertir en modelos no-tradicionales de prestación de servicios, (p.ej., atención de la salud basada en la comunidad), así como en segmentos de la fuerza laboral de la salud (p. ej., prevención y tratamiento dirigidos por profesionales de enfermería); aumentar la expansión de herramientas con base empírica para la prevención y el tratamiento del VIH en la población latina.
- Abordar los factores subyacentes estructurales que contribuyen a la crisis mediante la aprobación de leyes y políticas públicas con base empírica que aumenten—en lugar de reducir— el acceso a la prevención y atención del VIH; expandir las políticas públicas y los programas que eliminen problemas como el racismo sistemático y estructural, los sentimientos en contra de las personas inmigrantes, la discriminación, el estigma y la desconfianza hacia la medicina; integrar la atención clínica del VIH con servicios y atención de salud conductual para abordar las necesidades sociales relacionadas con la salud.
- Promover la investigación y la generación de pruebas empíricas como base de las soluciones a la crisis con una mayor diversidad de la fuerza laboral científica caracterizada por la experiencia en los determinantes sociales de la salud para los latinos y en la eliminación de las inequidades de salud en la población latina; crear colaboraciones que sean sostenibles y mutuamente provechosas entre el ámbito académico y la comunidad; realizar evaluaciones minuciosas sobre la efectividad de los programas de salud pública y de atención de salud específicos para la población latina; y aumentar el financiamiento equitativo para proyectos de investigación y de demostración sobre el VIH específicos para la población latina.